sábado, 9 de julio de 2011

Primera entrega Luz Ardiden: Vuelta ciclista a España de 1992


Comenzamos con este post las entregas sobre finales históricos en Luz Ardiden, donde solo ganan los grandes y donde el que sale, sobre todo si ese año se hacen Pirineos después de los Alpes (cosa rara, también hay que decirlo) de amarillo tiene muchas opciones de llegar al final ganador. La idea es ir recordando alguno de esos momentos puesto que el próximo jueves se llega a Luz Ardiden en el Tour 2011 y todos tenemos claro que es una jornada clave para que Alberto Contador no solo recupere el tiempo perdido si no que también empiece a ver clara su victoria.

Luz Ardiden es final habitual en las últimas décadas del Tour de Francia, pero comenzamos con una llegada que yo tengo muy fresca (no porque la pudiera ver, puesto que recuerdo como si fuera ayer que tenía clase de gimnasia aquella tarde y solo pude ver el resumen en la 2, pero luego me compré un anuario de Ciclismo a Fondo de aquel año y prácticamente me lo aprendí de memoria). La vuelta a España de Jesús Montoya, la primera que gana Tony RomingerPerico DelgadoIndurain con una victoria posterior en los Lagos de Covadonga. (que da el salto de ganador de vueltas de una semana a grandes) y en la que vuelve a brillar tras la explosión de Esta etapa, la novena de aquella edición, tenía auténtico sello Tour (hay que recordar que la edición de ese año del Tour de Francia, el segundo de Indurain, no acudió por primera vez en mucho tiempo a los Pirineos, dando como resultado uno de los Tours más aburridos de la historia, con solo dos finales en alto: Sestriere donde ganó Chiapucchi y Alpe d´Huez donde Bugno se llevó la victoria, Miguel Indurain arrasó en la primera crono con Armand de las Cuevas a tres minutos), subiéndose el Portillon, Peyresourde, Aspin, Tourmalet y la meta en Luz Ardiden. Montoya iba de amarillo y Lale Cubino escapado por delante, en el Tourmalet un grupo formado por Delgado, los Clas Rominger y Federico Echave, el Gatorade Marco Giovanneti más los Amaya Montoya y el colombiano Fabio Parra.

Montoya tenía orden de su director de pegarse a Perico como una lapa y así lo hizo, en un momento dado Perico, que era el único Banesto en el grupo, tiraba en solitario y de pronto, se detiene, poniendo pie a tierra y espetándole al Amaya, que había reducido su velocidad tanto que también estaba a punto de pararse: "¿Si yo me paro, tú también te paras?. El absurdo marcaje de Montoya permitió que Rominger hiciera su carrera por delante y comenzar a asegurar su primera victoria en la Vuelta a España. Después de haber perseguido y gastado todas sus fuerzas en el Tourmalet, Perico incluso pierde tiempo en meta. Por delante, Cubino gana en la que era una de sus cimas fetiches, puesto que había llegado primero en la edición del 88 del Tour e incluso en una victoria en el Tour del Porvenir.

La clasificación de aquella etapa fue: 1. Cubino 2. Rominger 3. Montoya 4. Echave 5. Parra 6. Giovannetti 7. Delgado, curiosamente (aunque en otro orden), los siete primeros de la general final, con lo que se demuestra la importancia que tuvo aquella etapa en la vuelta a españa de aquel año.

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